Días atrás Gustavo Weisberger me envió un adelanto de su último libro de poemas titulado “Cría”. Aquí publico algunos de sus poemas; los que me parecieron más representativos, y un link para descargar el libro a tu dispositivo.
Doblez
El tema es así, no pasa de esto:
El que quiere verme, abrirá la puerta y me verá.
El que quiere hablarme, abrirá la puerta y me hablará.
El que quiere tocarme, abrirá la puerta y me tocará
con la violencia que ví ayer en las palomas al picotear
unos puchos en una vereda del Once.
Trinidad
Despertarme al lado del cuerpo de mi mujer
y del cuerpo de mi perro, los tres en la misma cama
y bajo el mismo techo: dos, están dormidos y sin dolor
el otro tunea a más no poder desde unos ojos mestizo
todo lo que mira.
Un refugio
Tu vieja que termina un libro llorando y te lo devuelve
con la permanente voluntad de raje calando hasta los huesos
y sí, Pompeya infinita detrás de su espalda siempre y cuando
se encurdele con el brillo del sol la calle Riestra
de punta a punta, con un cielo tranquilo y desperdiciado al fondo.
Vendedor ambulante
El tipo entrega estampitas del gauchito gil
por cinco o diez centavos, casi atropellando a gente parada o sentada,
casi nadie le da importancia mientras se bambolea a lo largo del pasillo
buscando una moneda.
Nada de punta a punta nada.
Pedir fue gritar por unos segundos y pasar al otro vagón.
Tiro una moneda al aire
Tiro una moneda al aire, pateo una soga verde
abro la puerta y miro el brillo del sol pegándole a las botellas de cerveza
el cuzco duerme mientras corre navidad a través de estos minutos:
Hay un papel cualquiera y ahí escribo palabras comunes
que me llegan al bocho y al corazón, poesía flaca es lo que sale
antes que Silvia me llame para besarla largamente
allá, donde a lo divino no hay con qué darle.
La segunda cría del panda
Es o no es poesía? y a quién le cabe?
Lo escrito está abandonado a su suerte como la segunda cría del panda.
Mirás la mesa y su línea blanca; arriba, los ray ban truchos del Once
y la luz que empieza a faulear el ánimo ya mismo.
Ya mismo y no sabés exactamente qué es eso.
El tren no arranca
El tren no arranca.
Inclinado contra mis rodillas, miro el vagón verde y sucio.
Una nube y un pájaro se conjugan allá arriba, en la altura,
dos se entrelazan las manos con un paraguas en el medio
y un bebé levanta la cabeza al sonido de un silbo apacible,
es liviana la mañana todavía, eso creo:
no quería éste bálsamo pero me hacía falta.
Algo de luz
Me parece bien abandonar el frío de éstas paredes
y subir a la terraza con los platos de comida
donde nos espera un sol precioso
para que algo de luz le caiga a lo que comeremos.
Sobre el autor:
Gustavo Weisberger nació en el mes de marzo de 1966. En 2008 publicó “Sabactani” que resultó Primer Premio en el Concurso Macedonio Fernández. En 2011 “Casamata” (Ed. ELOISA CARTONERA), y “Coz” (Ediciones del Dock). “Cría” 2015 es su último libro de poemas.
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