Leyendo el libro que Borges hizo con Alicia Jurado, “Qué es el Budismo”, me encontré algunas citas sobre este escritor persa, Yalal Ad-Din Muhammad Rumi. Al leer los versos que están aquí abajo –me refiero a los primeros– inmediatamente me dieron ganas de salir a buscar más datos de su autor. Así que me demoré hasta tarde leyendo sus versos en internet y bajándome algún que otro libro que conseguí de la misma forma. ¿Será por eso que me cuesta tanto terminar de leer cualquier libro? Al final siempre me disgrego por los laterales y no puedo cerrarlo nunca –así de interesante está la cosa–. Pero es lo bueno que tienen los buenos libros: demoranos en el goce antes de girar la contratapa por última vez.
Bien, ahora sí, aquí los versos prometidos:
Soy el que tiene la red,
soy el pájaro,
soy la imagen, el espejo,
el grito y el eco.
¡Oh día, levántate…
los átomos danzan,
las almas,
arrebatadas de éxtasis,
danzan,
la bóveda celeste,
a causa de ese Ser,
danza.
Ven
te diré en secreto
a dónde conduce su danza:
Todas las partículas que hay en el aire
y los granos de arena del desierto
-compréndelo bien–
giran enamorados,
y cada uno de ellos,
feliz o desdichado,
giran deslumbrados en torno al Sol.
La montaña guarda un eco muy por dentro de sí misma.
Así es como guardo el recuerdo de tu voz.
Soy un trozo de madera aventada a tu fuego,
y rápidamente me reduces solamente en humo.
¡Te miré y me convertí en vacío!
Este vacío, más hermoso que la existencia, destruye la existencia,
y aún así, cuando llega, la existencia florece y crea más existencia.
Los amantes no se encuentran
finalmente en algún lugar,
están el uno en el otro desde
el principio.
Anoche, me dejaste y dormiste
tu propio sueño profundo. Esta noche
te das vueltas y vueltas. Digo,
“Tú y yo estaremos juntos hasta
que se desintegre el universo”.
Murmuras cosas que pensabas
cuando estabas ebrio.
Sobre el autor:
YALAL AD-DIN MUHAMMAD RUMI (Balj, Afganistán, 1207 – Konya, Turquía, 1273). Célebre poeta, místico y erudito musulmán persa, una de las figuras más destacadas del sufismo medieval. Más conocido como, simplemente, «Rumi» (que significa «originario de la Anatolia romana», en referencia al Imperio Romano de Occidente, el Imperio Bizantino, al que los turcos de la época nominaban la «tierra de Rum», los romanos). El tema central de su pensamiento y enseñanzas, plasmados a través de cuentos y poemas, está esencialmente enfocado sobre el concepto de «Tawheed» (unidad), particularmente la unión con el «Amado» (la Fuente principal, lo divino) de donde, en concordancia con el sufismo en general, los hombres hemos sido «cortados», como una caña es arrancada del cañaveral; lo que genera un constante lamento del alma por dicha separación y un incesante deseo de volver a la unidad primigenia. La importancia de Rumi trasciende lo puramente nacional y étnico. A través de los siglos ha tenido una significativa influencia en la literatura persa, urdú y turca. Sus poemas son diariamente leídos en los países de habla persa como Irán, Afganistán y Tayikistán y han sido ampliamente traducidos a varios idiomas alrededor del mundo. Luego de su muerte, sus seguidores fundaron la orden sufí Mevleví, mejor conocidos como los «Derviches Giróvagos», ya que realizan una meditación en movimiento llamada «semá» donde hombres (y actualmente, mujeres) giran sobre sí mismos acompañados por flautas y tambores.
(Biografía de Yalal Ad-Din Rumi por Raúl de La Rosa: filósofo y escritor español.)
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