Me gustan las novelas y las películas donde hay algo de la trama que está sostenido por un poema. Hay muchos ejemplos: La sociedad de los poetas muertos, Oblivion, etc. La última película que vi que hace eso es Gloria Bell, de Sebastian Leilo. Aquí mis comentarios para ella:
Me gustan mucho las novelas o las películas donde, de forma imprevista, se cuela una cita o una frase de un libro, y si es un poema entero, tanto mejor. Sobre todo cuando el poema pasa a ser central en la trama de lo que se está narrando. Me había pasado ya una vez leyendo un cuento de Lanata, y escribí un poema sobre eso. Ayer estaba viendo Gloria Bell, de Sebastián Lelio, y me sucedió algo parecido. En la película, Gloria (interpretada por Julianne More) ronda los cincuenta y trabaja cada mañana en una aburrida oficina del centro. Por las noches sale a tomar algo a un pub o a algún boliche de la ciudad. No está buscando algo especial. Está separada, es madre y actúa siendo como es. Una noche conoce a Arnold (interpretado por John Turturro) e inician una relación.
Arnold es dueño de un campo para jugar paintball. La invita a su predio para enseñarle de qué se trata el juego. También está separado, quizá más recientemente. Tiene dos hijos y una ex-mujer a los que todavía mantiene porque ninguno tiene trabajo. Siempre hay algún problema en la casa —se rompe una cañería, falla una llave eléctrica o lo que sea— y le piden a Arnold que vaya a solucionarlo. Por supuesto, él acude porque es un padre responsable. Cuando Arnold conoce a Gloria queda maravillado. Con la mirada parece decirle “nunca supe lo que quise hasta que te conocí”. Pero le cuesta mucho ponerse primero en el orden de sus prioridades. Trata que su familia interfiera lo menos posible en su nueva pareja. Cada vez que tiene la posibilidad, intenta demostrarle a Gloria que la ama como a nadie en el mundo y que de verdad desea estar con ella.
No quiero spoilear el final de la película. Creo que hasta ahí está bien planteada la trama. Además, el final, como los mejores finales de película, es un final abierto, y lo que sucede siempre está en nosotros.
Lo que quería contar es la escena donde Arnold toma un libro de poesía latinoamericana y le lee a Gloria el poema que sigue un poco más abajo. Para mí es el momento en que Gloria hace un click y se da cuenta, de forma muy clara y contundente, de que quizá sea posible enamorarse y tener una vida feliz con ese ser que se desnuda y dice el poema frente a ella.
PARA UNA JOVEN AMIGA QUE INTENTÓ QUITARSE LA VIDA
Me gustaría ser un nido si fueras un pajarito
me gustaría ser una bufanda si fueras un cuello y tuvieras frío
si fueras música yo sería un oído
si fueras agua yo sería un vaso
si fueras luz yo sería un ojo
si fueras pie yo sería un calcetín
si fueras el mar yo sería una playa
y si fueras todavía el mar yo sería un pez
y nadaría por ti
y si fueras el mar yo sería sal
y si yo fuera sal
tú serías una lechuga
una palta o al menos un huevo frito
y si tú fueras un huevo frito
yo sería un pedazo de pan
y si yo fuera un pedazo de pan
tú serías mantequilla o mermelada
y si tú fueras mermelada
yo sería el durazno de la mermelada
y si yo fuera un durazno
tú serías un árbol
y si tú fueras un árbol
yo sería tu savia y correría
por tus brazos como sangre
y si yo fuera sangre
viviría en tu corazón.
Claudio Bertoni.
Sobre el autor:
CLAUDIO BERTONI nació en Santiago, Chile, el 11 de febrero de 1946. Es poeta, fotógrafo y artista visual. Fue uno de los primeros chilenos que tradujo a Charles Bukowski. Publicó varios poemarios entre los que se destacan: Sentado en la cuneta (Editor Carlos Porter, Santiago, 1990), El cansador intrabajable (Beau Geste, Inglaterra, 1973), Cansador intrabajable II (Ediciones el Ornitorrinco, Santiago, 1986). Actualmente graba sus creaciones, y continúa escribiendo en su diario.
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